martes, 13 de diciembre de 2011

ES HORA DE ABRIR LOS OJOS

Ojos que no ven, corazón que no siente. Es un refrán popular que hemos oído muchísimas veces, pero ¿Alguna vez nos hemos parado a pensar lo que de verdad significa? Lo que quiere decir es que mientras no vemos algo con nuestros propios ojos o vivimos una situación probablemente no sintamos nada hacia ello. A lo mejor podemos hacernos una idea, pero no sentir exactamente ese sentimiento. No es lo mismo vivir una experiencia o verla con tus propios ojos a que te la cuenten. Hasta que no te pasa, solamente puedes hacerte una idea de lo que sentirías.
Pero, ¿hasta qué punto este refrán es verdad? ¿Si no vemos no podemos sentir? Sinceramente pienso que cuando no vemos, lo que hacemos es pensar y sacar nuestras propias conclusiones acerca de lo que no conocemos. A veces, incluso podemos llegar a engañarnos a nosotros mismos, a crear nuestra propia realidad. De esta manera viviríamos en una mentira.
Pero también hay veces en las que lo que pasa no es que no veamos la realidad o no la conozcamos, sino que nos cegamos ante ella. ¿Por qué? Tal vez por miedo a lo que podamos descubrir, o simplemente por comodidad. Es decir, vemos un problema que podemos evitar y lo evitamos muchas veces sin pensarlo. Por ejemplo Cuando vemos en las noticias las constantes catástrofes que salen a diario simplemente sentimos tristeza en ese momento, pero después nos olvidamos al rato. Olvidamos que hay gente que sigue sufriendo. O cuando vemos a una persona pidiendo por la calle o a un mendigo y apartamos la mirada… Ojos que ven, corazón que no siente. Hay personas que piensan que no merece la pena gastar su tiempo en ayudar a los demás. Pero si todo el mundo tuviese esa mentalidad, sin duda alguna, nuestro mundo sería un caos. Simplemente tenemos que darnos cuenta de que podemos hacer grades cosas, sobre todo si nos unimos y todos ponemos de nuestra parte. Si solamente unas pocas personas abren los ojos y sienten no llegaremos a ninguna parte.
Si seguimos cegándonos y engañándonos a nosotros mismo ocultándonos la realidad no podremos arreglar los problemas que existen en nuestra sociedad. Por mucho que no queramos ver lo que ocurre a nuestro alrededor, con esto no solucionaremos nada. Es hora de pensar más en los demás. Es hora de ver, es hora de sentir por lo que vemos, y es hora de reaccionar ante ello. Porque lo que no podemos es ignorar la realidad, porque tarde o temprano llegará la hora de enfrentarse a ella. Y cuanto antes mejor. Es hora de abrir los ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario