martes, 1 de mayo de 2012

Vale más lo que se ve que lo que se toca



La tecnología nos acompaña desde nuestros comienzos, ha crecido con nosotros y tan rápido como nosotros. ¿A qué se debe este crecimiento? Muy sencillo a la necesidad, por tanto, a más hombres más necesidad, con lo cual podemos decir que el hombre crea la tecnología y la tecnología crea el hombre. Hasta aquí todo bien, el hombre es bueno y la tecnología también, pero, ¿y si el hombre no es bueno?, ¿y si quiere más?, pues aquí es donde llega el problema, la tecnología que cubría una necesidad de todos puede cubrir esa necesidad para mí pero además puede cubrir mis ansias de riqueza si la hago solo mía, si los demás tienen que pagarme a mí por ella.de esta manera paso a controlar la tecnología al que la necesita. Esto en un comienzo no es demasiado por que el dinero que me dan por ella lo uso para hacer más, ahora entremos en el problema, si yo copio infinitamente lo que creo pagando solo una vez por ello, lo  que vendo me sale extremadamente rentable. Pues este es el problema de la actualidad, los infinitos información que incluye un ordenador lo hace extremadamente caro mientras que lo es su parte física (altavoces, pantalla, incluso cables, etc.) no suponen nada.
Como puedes darte cuenta esto nos lleva a que el que controle la tecnología tiene unos ingresos impresionantes y al que está por debajo se le igualan los gastos a los ingresos del de arriba. Ahora bien, ¿Cómo es posible que nadie se entere? O mejor dicho, que nadie diga nada. Pues aquí entra en jugo el poder del dinero, controlas el dinero y con él la tecnología, y a su vez con esta controlas los medios, y con ellos, convences de que la culpa no es tuya, y culpas a algo inerte, a algo sin pensamiento propio como es la tecnología en sí, y de esta forma quien te dice a ti nada si estas protegido.
 Como conclusión he de decir que no es solo la culpa del que lo hace, que la tiene, sino también del que se deja hacer.