¿Qué es sentir? Por definición se entiende como “Experimentar o percibir sensaciones producidas por causas externas o
internas a través de los sentidos” Esto quiere decir que se puede sentir una
sensación a través de otros sentidos, no solo el de la vista. ¿Cuántas veces
hemos sentido miedo con solo oír un ruido extraño por la noche? Es cierto que
la vista es el sentido más poderoso para crear nuestros sentimientos, para
captar eso que nos hace sentir, pero no es el único. Además las personas
sentimos con mucha facilidad, muchas cosas, incluso a la vez, y dependen de más
factores.
Todo esto no deja de ser cierto, pero
como casi todos los refranes, “ojos que no ven, corazón que no siente”,
pretende decir algo más.
Entiendo esto como la insensibilidad que
hemos adoptado algunos, sin saber la causa, hacia las cosas que nos rodean. Ya
pueden pasar terribles tragedias en la otra mitad del mundo, que no nos
conmueve oírlo. ¿Qué pasa si las vemos? Mejor, ¿qué pasa si las vemos de cerca?
La respuesta es clara, ojos que ven,
corazón que siente. Vemos una tragedia ante nosotros, o una bonita historia de
amor de alguien conocido, y podemos sentirla con mucha más fuerza, incluso
hasta el punto de involucrarnos, que llegue a ocupar uno de los puestos más altos
en nuestra lista de pensamientos. No sería así si nos lo hubieran contado.
Un caso concreto, percibir cómo un
conocido, pierde ante sus ojos a un padre. Verlo, te parte el alma. Si te lo
cuentan, impresiona, pero no llega a afectarte tanto.
En cuanto a si tendría sentido siendo al
revés, “corazón que siente, ojos que ven”, es posible decir que no, por lo
dicho antes, pero si es verdad que ante un sentimiento, la visión de las cosas
se distorsiona, y se torna subjetiva. Como ejemplo, nunca vivirás una pelea
entre dos amigos de la misma forma, si te ha contado las razones uno, otro, o
si lo ha hecho otra persona externa. En cuanto hayas elegido un bando, por
decirlo de alguna manera, dejas de ser imparcial, tu visión del problema
adquiere un nuevo color, que será difícil cambiar.
Según lo dicho hasta ahora, sería muy
contradictorio pensar si domina el corazón o la vista. En conclusión, diría que
la vista es el sentido dominante para nuestros sentimientos, el que es capaz de
hacerlos más intensos o menos, hacer que sean de una forma u otra, dando razón
al refrán del que hablamos. No podemos decidir qué sentir, nunca hemos podido
ni podremos, pero debemos tratar de ser más empáticos, ponernos en el lugar de
la gente, y sentir más lo que pasa a nuestro alrededor, evitar la indiferencia,
que bajo mi punto de vista, nos hace perder como personas.
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