domingo, 11 de diciembre de 2011

Razón y emoción, amigas o enemigas


¿Es posible conciliar la razón y la emoción? Según el refrán popular "ojos que no ven, corazón que no siente", esta pregunta se contestaría fácilmente con un sí, pero ¿pueden estar la razón y la emoción separadas? ¿Te puede la razón dictar una cosa y sin embargo la emoción otra totalmente diferente? Toda conducta se relaciona otra, sentir influye en el pensar y pensar influye en el sentir. Ante un acontecimiento, nos emocionamos antes de tener pensamientos. Como dijo Pascal, el corazón tiene razones que la razón desconoce: sentimos lo que no queremos sentir y sentimos lo que aseguramos no sentir. Por ejemplo cuando te gusta alguien que no te conviene porque te ha hecho daño o porque tiene formas distintas de ver la vida a como la ves tú, tu corazón confía plenamente en que el amor puede hacer lo imposible para disfrutar de ese hermoso sentimiento que nos hace  felices, pero por otra parte la razón nos dice que esa persona no nos conviene y que no nos va a hacer felices.  Muchas veces aunque nos digan o nosotros mismos sabemos que una cosa no va a salir bien o que deberíamos hacer otra, hasta que nosotros mismos no  chocamos con la realidad no somos realmente cocientes de que ese hecho es verdadero, es decir, si no lo veo no lo creo. Pero…¿La razón y la emoción van de la mano? Las emociones influyen decisivamente en nuestras decisiones, cuando nosotros creemos y pensamos en algo por mucho que nuestra razón nos diga que es malo o que no nos conviene, siempre nuestra decisión se ve influida por las emociones. ¿pero que es la razón? La razón es lo que esta correcto hacer, las normas, es algo frío, engañoso, real, humano, espontáneo, honesto, ¿y las emociones? Son los sentimientos, es algo subjetivo, lo que pensamos y lo que nos dicta el corazón, siempre oscilante entre el placer y el dolor, cumplen la función de alertar sobre las circunstancias y mueven a buscar las cosas buenas y evitar las malas. La razón y la emoción son mundos paralelos que normalmente uno depende del otro y otro depende de aquel, los pensamientos  de uno se ven influidos por los del otro,  hay veces que si se tocan pero en cambio hay otras que no llegan a hacerlo, van independientes. ¿podría existir la razón sin la emoción? Según Jean Bedel las decisiones tomadas puramente por intuición son más acertadas que las tomadas tras un breve momento de reflexión pero según otro economista la Razón permite analizar una situación y todas sus posibles opciones hasta el más mínimo detalle, pero que es la emoción quien toma la decisión. El ser puramente racional se quedaría ahí parado sin capacidad para reaccionar. La razón sin emoción no sirve de nada. Cuando hay que tomar una decisión rápida lo mejor es dejarse llevar por la intuición y por el instinto siendo consciente de que  nuestro instinto  en gran parte esta dictado por la emoción.
En conclusión es difícil saber si la afirmación que nos plantea esta disertación podría ser válida para todas las situaciones, ya que puede ser en una situación correcta pero en cambio en otras circunstancias no lo sea. Para cada situación la respuesta puede ser una concreta o puede haber miles.

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