domingo, 11 de diciembre de 2011

SIMPLEMENTE ABRE LOS OJOS

Para mi la mayoría de las personas tienen que ver las cosas para sentirlas. Casi todas las personas parecen que van con una venda que les impiden ver la realidad. Podemos saber que cada día muchos niños se mueren de hambre, pero sin verlo casi ni nos afecta la noticia. Y así con la mayoría de las tristes historias de la realidad en que vivimos. Somos como esos presos que se hallaban en la caverna de Platón que aceptan solo lo que ven y no quieren darse cuenta de nada más. Viven en su pequeño mundo de ignorancia. Aunque el refrán de “ojos que no ven corazón que no siente” lo solemos utilizamos cuando hacemos algo a las espaldas de alguien para que no sufra, también se puede ver de este modo. Deberíamos quitarnos la venda, aun sabiendo que nos va a hacer daño al corazón. Porque no veamos lo que ocurre a nuestro alredor no quiere decir que no suceda, así que tenemos que pasar el mal trago de quitarnos la venda para sentir lo que les ocurre a las personas de nuestro mundo e intentar hacer algo para arreglarlo. Podemos pasarnos la vida viviendo una felicidad basada en la ignorancia, viviendo en una burbuja protectora que nos aísle de la realidad, o podemos intentar hacer algo por arreglarlo, aunque nos cueste y sea una tarea difícil, sobre todo si solo colabora una pequeña parte de la sociedad. La mayoría prefiere un camino sencillo y fácil en el que cuanto menos se sufra mejor, aunque haya otros que lo pasen realmente mal. En mi opinión debemos ver las cosas para sentirlas, vivirlas como experiencias propias, por que si no lo vemos o vivimos no creo que nos lleguen a afectar ni que las sintamos. Opino que todos deberíamos ver la realidad que hay a nuestro alrededor y a partir de hay hacer lo que se crea correcto. Aunque para cambiar el mundo en el que vivimos no basta con que uno quiera arreglarlo, debe ser cosa de todos, lo malo es que no todos pensamos igual, sin embargo el no pensar igual es lo bonito de la vida. Pero aunque sea algo muy difícil no es una tarea imposible. Ese refrán tiene también un lado bueno. Por ejemplo si va a ser más feliz alguna persona querida tuya si le ocultas parte de la verdad para que no sufra, no creo que este mal hacer esto. Puede que sea mejor que sepa la verdad, pero no quieres que sufra, se enfade, o lo pase mal con ello.

En mi opinión debemos ser como aquel preso de la caverna de Platón que se escapa y logra ver la realidad, es decir, abrir los ojos aunque nos duela la verdad para intentar arreglarlo o actuar en consecuencia de lo visto. Aunque puedes ser más feliz sin conocer la realidad, pero no por ello desaparecerá.


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