No se
puede dar una definición objetiva de la muerte, ya que cada persona la ve desde
su punto de vista que a menudo viene influido por su creencia o su religión.
La
creencia de la no existencia de vida tras la muerte implica que la vida no
tiene un fin concreto, por eso las religiones siempre han buscado responder a
esta pregunta, no hay religión (por lo menos que yo conozca) que no intente
darle un sentido para no hacer de la vida un espacio de tiempo vacío.
Por otra
parte, también algunas personas ven la muerte como cumbre, como algo
igualatorio, que tanto la sufres sea cual sea tu condición.
Tratando un
punto que asusta sobre la muerte, me gustaría citar a Nach:
“Pero quien es inmune a la inclemencia de
esta realidad
y asume su tortura sin quejidos
quien no ha sufrido la falta de un ser
querido
que se va sin haber vivido, sin hallar
sentido.”
O esto otro:
“Y el tiempo pasa tan rápido que hasta el dolor se olvida
maldigo a quien te negó el regalo de sentir el sol
de ver amanecer, de conocer a tu primer amor
maldigo a esta existencia endeble, que nos envuelve en fiebres
de un terror que hierve por que pierde lo que ama
pero tu llama hermana, aun derrama cera en mi recuerdo
y en este corazón latiendo te conservo.”
-¿Porqué existe la muerte?
-¿Debemos empeñarnos en mantener el dolor
de la muerte de un ser querido o es mejor dejarlo morir aunque cueste no
hundirnos en la tristeza?
-¿Pensamos realmente que una persona vive
sólo mientras se la recuerda? ¿No merecen vivir entonces aquellos ancianos de
los que nadie ya se acuerda?
-¿Podemos mantener a alguien en nuestro
corazón eternamente sin que lleguemos a aceptar su muerte, sin intentar
buscarle un sentido, sin darnos cuenta de que su misión en el mundo ha
terminado?
Siempre lo que nos asusta es lo desconocido,
por eso muchas veces intentamos buscar un porqué a las muertes de personas de
nuestro alrededor y al no encontrarlas culpamos a Dios.
Hace poco vi a una mujer cercana a mi
enterrar a su hija de dos meses no sin tristeza, pero aceptando su muerte. Y
sabed que es muy triste ver la imagen de una madre echada sobre un ataúd que
guarda el cuerpo de un hijo demasiado pequeño para haber muerto.
Pero, solo una madre, un padre o un hijo
saben lo que significa perder a uno de los otros dos, por eso se que el
conocimiento sobre la muerte se gana con la experiencia aunque no hay que darse
prisa en querer adquirir este conocimiento, ya vendrá cuando más duela.
¿Cómo se debe sentir una persona que tiene
la certeza de que la persona a la que más ama se consume rápidamente y que
tiempo que le consume?
¿Y cómo se sentirá una persona que siente
que su vida se le escapa y que todo lo que ha amado lo deja atrás?
No podemos tener certeza sobre lo que nos
depara tras la muerte, solo o una esperanza, o la creencia de una existencia,
vana, efímera, fugaz y vacía. Por esto, podemos saber que es morirse, pero no
que es morirnos ya que nunca lo hemos experimentado. Podemos decir también que
la muerte, desde el punto de vista personal, no es un acontecimiento, por que
tú puedes vivir un acontecimiento, pero obviamente no puedes vivir tu muerte,
sí, la de otra persona y así que siempre que hablamos de la muerte lo hacemos
de forma externa a nosotros mismos.
Lo que
está claro es que lo único que hace falta para morir es estar vivos, lo que nos
hace a todos esclavos del destino y dependientes de esta verdad innegable que podemos
llevar a cuestas preocupados por su llegada. Como Fernando Savater explica
cambiar la muerte de alguien por la tuya no evita la muerte de éste, es decir,
que por que alguien se ofrezca a morir en lugar de otro no hace a este otro
inmortal, sino que retrasa el momento de la muerte de este último de forma
indefinida, que puede ser mañana, o dentro de 20 años, pero al final muere.
Así que
resulta absurdo preocuparse al pensar en la muerte porque nos impide estar
vivos malgastando aún más el tiempo de vida del que nos quejamos por su
brevedad, tiene más sentido cómo dice, Fernando Savater, preocuparnos en mayor medida por el sentido
de nuestro nacimiento
Es
absurdo experimentar con la muerte ya que no se puede encontrar un punto
intermedio y en cuanto se te muera la persona del experimento, a la porra con
el experimento. Hay quienes consideran las afirmaciones de personas que han
estado “muertos” y que se han recuperado de un coma, pero yo creo que es una
fuente poco fiable.
Ahora
también me gustaría mencionar a Henry Van Dyke:
“El día de tu muerte sucederá que
lo que tú posees en este mundo pasará a manos de otra persona. Pero lo que tú
eres será tuyo por siempre.”
Esto nos debería plantear las
siguientes preguntas:
¿Nos conformaremos con dejar a
nuestros hijos lo que hemos poseído?
¿No deberíamos mejor dejarles lo
que hemos sido? ¿Transmitirles todo lo que hemos aprendido no es la mejor
herencia?
Definir la muerte como ausencia
de vida es todo lo que objetivamente se ha podido decir sobre la muerte, por
esto es necesario que cada uno decida qué punto de vista le parece más real y
si prefiere ver la muerte como final o como principio, yo la elijo como
principio.
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