lunes, 19 de marzo de 2012

Somos dueños de nuestra libertad

Se dice que una persona es libre cuando puede actuar según su propia voluntad, siendo responsable de sus actos.
La libertad es un derecho de cada uno. Es necesaria para poder vivir la vida plenamente y disfrutarla. Un derecho que todos deberíamos tener pero desgraciadamente no es así. Muchas personas no tienen libertad ya que hay gente que se cree superior y le roban la libertad a otras, haciéndolas esclavas y aprovechándose de ellas constantemente.
Hay muchos casos de gente que no tiene libertad. Por ejemplo los niños que son obligados a trabajar a muy temprana edad en pésimas condiciones, mujeres maltratadas, hombres a los que explotan… hay multitud de casos donde se priva a la gente de su libertad. Pero de lo que no te pueden privar es de tu libertad interior como leímos en el libro de “El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl, en el que dice que los hombre aunque vivan situaciones trágicas pueden guardar una libertad interior donde conservan su dignidad y se siguen sintiendo como las personas que son.
Aun así tampoco podemos pedir una libertad plena, ya que si todos hiciéramos lo que quisiéramos no podríamos vivir en nuestra sociedad con total normalidad.
Hay un dicho que dice “nuestra libertad acaba donde empieza la del otro”. Debemos ser responsables frente a la libertad que tenemos sin impedir que otra se vea afectada por el uso que demos de esta. Una persona libre es capaz de decidir por sí misma, de dar su opinión, y tomar sus propias decisiones. Estas decisiones que tomemos no deben afectar a los demás de forma negativa ya que así de alguna manera les estaremos quitando parte de la libertad que tienen.
Pero siempre tenemos que tener en cuenta que no estamos solos y tenemos que respetar a la gente que nos rodea. No le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti. Por lo tanto nuestra libertad se ve condicionada ya que tenemos que respetar también las normas, las leyes etc…. Pero no porque nuestra libertad esté condicionada seremos menos felices ya que podemos disfrutar de la vida igualmente.
La libertad no viene así como así, hay que ganársela. Hay que luchar por lo que de verdad quieres. Todos lo podemos conseguir y también podemos ayudar a los que más le cueste a conseguir su libertad. Cuando llegues a ser feliz, cuando encuentres esa felicidad, será entonces cuando puedas decir que has ganado la libertad.

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