La tecnología
se define por la RAE como: “Conjunto de teorías y de técnicas que permiten el
aprovechamiento práctico del conocimiento científico”. Las nuevas tecnologías han irrumpido con tal intensidad que nos
han situado a lo largo del siglo XX y aún más en el siglo XXI en la era de la
tecnología.
Las nuevas
tecnologías se basan en los grandes avances de lo que se llamó la inteligencia
artificial, es decir, de la informática, la electrónica y de su aplicación a
diferentes ámbitos como el aeroespacial, telecomunicación, robótica, medicina,
etc. Hoy en día se han hecho imprescindibles en el mundo desarrollado o en el
que está en desarrollo. Baste sólo pensar en nuestra vida diaria las
posibilidades que nos ofrece internet, las redes sociales, la telefonía móvil,
la teleconferencia. O las mismas herramientas aplicadas al mundo empresarial,
de la información y de la comunicación. El desarrollo tecnológico ha dado lugar
a la fabricación en serie, a economizar en los gastos de producción, a la
mejora de la distribución y a la mejora de las condiciones de seguridad. Es muy
claro el ejemplo en el campo de la medicina, donde hoy día se ha hecho realidad
lo que tan sólo hace poco tiempo parecía ciencia ficción, como poder analizar
una radiografía o incluso realizar una intervención quirúrgica a miles de
kilómetros de distancia. La teleconferencia unida a la robótica lo han hecho
posible.
En la
actualidad, basta con leer el periódico, oir la radio o ver la televisión para
darse cuenta que en nuestro entorno, en nuestro mundo desarrollado de hoy dependemos
de lo que se llama la tecnología de la información y de la comunicación (TIC).
En general,
el avance tecnológico ha sido el fundamento del desarrollo actual de la
humanidad. La tecnología debería ser muy beneficiosa, pero en verdad lo será según
como se emplee. No hay duda de que las nuevas tecnologías han sido muy
positivas y su aplicación a lo largo de los años nos ha permitido comprobarlo.
Sin embargo, a la vez, la tecnología
ha supuesto mucho desempleo, cosas que tenían que hacer cien personas ahora lo
hace una máquina dirigida por una sola o incluso por ninguna al haber sido
programada anteriormente. Se podría decir que “las máquinas viven mejor que
muchos que nosotros”.
Se podría decir pues que hay dos
tipos de nuevas tecnologías o dos tipos de consecuencias de las mismas: las que
están hechas y sirven para mejorar el mundo y por tanto a los que lo habitamos,
y otras que dan lugar al aprovechamiento de la gente, y por consiguiente para que
unos pocos se enriquezcan y vivan de forma más confortable, dándoles igual la
destrucción que puedan causar al medio ambiente, a las personas…
Como
expresa Alfonso Gago en su libro “El hombre y la tecnología”, la tecnología es
algo que nos debe hacer mejores, facilitándonos la vida, teniendo en cuenta que
a pesar de todo en ciertos ámbitos y situaciones provoca efectos negativos.
Creo que a
esta visión de la tecnología habría que añadir en su prospecto de
administración, como si de un medicamento se tratara, las características del
que la produce y del que la usa, es decir de la persona, de nosotros mismos. No
se puede permitir que en nuestros días, con tanta tecnología, con un mundo
supuestamente tan desarrollado, mientras que a unos les sobra tanto, otros
muchos mueran de hambre.
Demos la
bienvenida a las nuevas tecnologías pero que sean para el beneficio de todos y
que no se aparten de la esencia del mundo, es decir de la persona humana.
Propongo que al igual que a cada producto que se fabrica hay que ponerle uno o
varios sellos de garantía, que uno de ellos sea el de “pensado para la
humanidad”.
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