domingo, 29 de abril de 2012

¿Acaso puede un barco nadar?



Como toda buena disertación filosófica que se precie debe de encontrar respuestas a una serie de cuestiones, sin más preámbulos establezcamos las de esta y dispongámonos a hallar dichas respuestas. Un tema amplio el de esta disertación: Las nuevas tecnologías y el ser humano. La palabra tecnología proviene y del griego antiguo, y es que desde aquel entonces hasta nuestros días los avances tecnológicos no han dejado de sucederse, cada vez aun ritmo más vertiginoso, progresivamente cada vez más avances en menos tiempo. Esto me lleva a plantearme: avances tecnológicos, sí, pero ¿hasta qué punto? Y es más, ¿acaso hay un punto donde la tecnología no avanza más? Si bien es cierto que el desarrollo de las tecnologías es una cualidad del ser humano que le diferencia del resto de especies. El ser humano busca un desarrollo tecnológico para mejorar su vida, pero a veces en algunos aspectos un desarrollo excesivo, no solo no trae una mejoría si no que presenta hasta una serie de inconvenientes. Por ejemplo cuando, acostumbrado a utilizar un determinado programa informático, sacan una nueva versión de este, la cual nos resulta más difícil de manejar y preferíamos la versión anterior que sabíamos sacarle el un mayor beneficio. Al final, como buenos seres humanos nos acabamos adaptando. Pero, hay otros ejemplos acerca del desarrollo tecnológico excesivo, por ejemplo en un robot que cocina. Sobre gustos no hay nada escrito, pero, en mi opinión donde se ponga un plato casero de mi madre, que se quite la comida de la máquina. El desarrollo tecnológico debe de ir encaminado a ayudar al ser humano frente a las dificultades que le surgen, pero no tiene que ir encaminado a sustituirlo. En clase, nos ayudamos de las nuevas tecnologías, y esto posibilita una mejoría en el aprendizaje y en la enseñanza, pero, ¿y si en vez de profesor tuviéramos una máquina que nos diese clase? A día de hoy me suena a ciencia ficción, y creo que sería peor. Los profesores echarían de menos a los alumnos y viceversa. Y esto me lleva a cuestionarme otra pregunta, ¿pueden llegar las nuevas tecnologías a sustituir al ser humano? Si miramos estadísticas, vemos que cada vez hay más máquinas, y quien sabe sin el futuro no habrá más que máquinas. Yo creo que no, que nunca una máquina, ni ahora ni en un millón de años, puede suplantar al ser humano. Podremos necesitarlas, incluso depender de ellas, pero nunca ser sustituidos por ellas, ¿Qué por qué? Pues porque aunque digamos que un coche corre mucho, ¿acaso puede un coche correr? ¿Acaso puede un submarino bucear? ¿Acaso puede un ordenador pensar, u otra cosa, más allá de realizar simples cálculos matemáticos? ¿Acaso puede un barco, una máquina súper desarrollada, nadar, más allá de simplemente navegar? La respuesta a todas ellas, hoy por hoy, es no. Hay cosas que no pueden hacer las máquinas, una de ellas es vivir. El vivir, al igual que el desarrollo tecnológico, es una cualidad del ser humano, antes, ahora, en el futuro y siempre.


Gabriel Eloy López Sierra
1ºB Bachillerato nº 23

No hay comentarios:

Publicar un comentario