¿No
habíais escuchado nunca lo de la era de la tecnología? Yo sí, y estoy
totalmente de acuerdo en que lo que predomina en esta época de la historia es
la tecnología. Sabemos que todo tiene cosas buenas y cosas malas, que lo
excesivo no es bueno y que la evolución es importante, y estos requisitos, para
bien o para mal, los cumple la tecnología.
La
tecnología ha permitido a la humanidad evolucionar, y con ello me refiero a
mejorar la vida, a la posibilidad de tener un mundo mejor, descubrir
acontecimientos del pasado, de nuestra propia historia, también permite
responder a muchas cuestiones existenciales, preguntas que nadie sería capaz de
responder sin tecnología, posibilita curar enfermedades, solucionar problemas
ambientales, obtener energía renovable, mejorar la calidad de los medios de
transporte…
Pero
todo lo bueno conlleva una parte negativa, como antes he dicho, y es que
mientras que aquí, en el primer mundo, la mayoría de lo obtenido gracias a la
tecnología son beneficios, y está muy bien, pero al centrarnos tanto en lo
nuestro, dejamos que otros países, los del tercer mundo, se queden atrás, y que
cada vez sean más pobres, y que cada vez más, por decirlo de alguna manera, le
quitamos lo que es suyo, porque nosotros aquí lo podemos emplear para la tecnología.
Deberíamos ayudar más a estos países, ya que nosotros tenemos la posibilidad de
utilizar la tecnología para crear beneficios, en cuestiones como la
alimentación, la sanidad, la educación… Es verdad que existen organizaciones y
asociaciones que se dedican a ello, pero ¿vosotros creéis que con las
facilidades que tenemos nosotros de proporcionarles ayuda no deberíamos ponerle
más empeño y así evolucionar a nivel mundial y al mismo tiempo todos los
países? ¿No pensáis que si esto fuera así, no solo saldríamos todos
beneficiados, sino que cada uno podría estar satisfecho por completo y sin que
le quede el remordimiento de que haya otras personas en malas condiciones?
Muchas personas como yo lo pensamos, pero hay otras, que son egoístas y que
sienten la necesidad de sentirse superiores a otros, y esto hace que haya
desigualdad, desgracias y pobreza en el mundo.
Nada
en exceso es bueno y la tecnología menos aún. Es fantástico poder trabajar con
la tecnología para conseguir saciar las necesidades de las personas, pero,
¿Quién necesita un arma? ¿Para qué queremos las bombas? ¿Qué nos enseña un
videojuego que trata de matar a personas? ¿Por qué inventamos una máquina
llamada robot que imita lo que puede hacer una persona, si ya estamos muchas en
el mundo? Pienso que hemos querido innovar tanto, y evolucionar tan rápido que
se nos ha escapado un poco de las manos, y es que si paráis a pensar, hay
muchas cosas de las que se crean a base de gastar otras, que no nos son
realmente necesarias, ni siquiera nos hacen falta para divertirnos, ni
sentirnos mejor ni nada, es decir, que están para nada.
Para
mí personalmente, la tecnología ha
supuesto bastante en mi vida, y de las
creaciones de la tecnología que me han sido útiles, me han gustado, y me
parecen interesantes aunque no totalmente necesarias, son las redes sociales.
Las redes sociales permiten comunicarte con las personas por muy lejos que estén
y no te suponen un gran coste económico, poder enterarte de noticias recientes,
hablar durante el tiempo que quieras con tus amigos, compartir recuerdos a
través de fotos, etc. La comunicación con los demás, el compartir ideas,
debatir asuntos, expresar pensamientos, alegrías, miedos y sentimientos, es
algo que todas las personas necesitamos, porque no estamos hechas para vivir en
soledad, porque desde la prehistoria el hombre vivía en comunidad con otros, y
las redes sociales son algo que facilitan mucho esta convivencia.
Como
conclusión decir que la tecnología bien empleada, aprovechada y conservada,
utilizada para crear cosas que nos aporten de verdad, y al alcance de todos
solo nos puede proporcionar beneficios.
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