domingo, 17 de junio de 2012

Cuanta injusticia entre tanta justicia.


¿Hay justicia hoy en día? Hablar de justicia como tal es un tema muy amplio, en el que no todas sus partes son iguales y cada una tiene sus partes buenas y sus partes malas. Podemos hablar de justicia a nivel de un pequeño grupo de personas, como un colegio, justicia a nivel de la sociedad de una ciudad o un país,  o justicia a nivel mundial. A la hora de aplicar la justicia tampoco es igual en un nivel que en otro.
Partimos de la base de que la justicia es el hecho de  llevar a cabo el cumplimiento de las normas o leyes acordadas y de imponer sanciones a quien las incumple. Pero el que juzga, ¿siempre juzga bien? ¿Cumple con la ley? ¿Es realmente justo? Me gustaría creer que si, pero se que no es cierto, no son muchas las veces, pero si hay algunas en las que no son del todo justos y por eso siguen ocurriendo injusticias.
El que es juzgado bien sabía lo que hacía, y lo que estaba incumpliendo. Como dijo Ulpiano, “justicia es el hábito de dar a cada quien lo suyo”. Y lleva mucha razón, puesto que si existen unas normas son para cumplirlas, y nadie es más que los demás como para tener el derecho de saltarse las normas. De ser así cada uno haría lo que quisiera y el mundo sería un caos. Cuando alguien hace algo mal, sabe las consecuencias a las que se atiene y paga.
Hablando de la justicia en la sociedad de un país como el de España, nos podemos referir al juicio al que íbamos a asistir. El hombre que había incumplido la ley se sometía a un año y medio de cárcel por traficar con droga.
Muchos de estos casos se resuelven rápido y con eficacia, pero con temas más importantes y de mayor gravedad como es el caso de tantos niños desaparecidos, como el de Marta del Castillo, o como el de Bretón, no consiguen encontrar al culpable para aplicar la justicia, y eso es injusto para las víctimas.
Respondiendo a la primera pregunta yo diría que sí. Sí hay justicia, pero no toda la que de verdad hace falta que haya para que, empezando por este país y terminando por el mundo entero, todas las personas sean justas.
Y por último, pienso que no solo existe esta justicia. La vida muchas veces puede parecer injusta, y lo es. Es el caso de las enfermedades, de los accidentes, los problemas acumulados, cosas que no son culpa de nadie, pero que existen. Pero muchas otras, la vida por si sola, hace justicia y pone a cada uno en su lugar, en el que le corresponde. El que ha hecho algo mal lo paga, y el que bien ha obrado es recompensado. Y sí, yo pienso que esta justicia es la que tiene algo que ver con Dios.

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